¿Para qué sirven?
Mediante el uso de materiales absorbentes acústicos, en lugar de reflejar el ruido, las ondas de sonido se absorben suavizando el eco y la reverberación para mejorar el sonido en una habitación.PINTA:
Los absorbentes acústicos acostumbran a ser materiales de baja densidad y gran flexibilidad. Por ejemplo las fibras minerales (fibra de vidrio, lana de roca), las espumas acústicas (poliuretano, melamina) y los textiles (poliéster, algodón), forman parte de los absorbentes acústicos más comunes. En general, debemos tener presente que la absorción del material poroso se potencia si aumentamos la frecuencia sobre la pared. Por ello, nada mejor que separar los paneles unos centímetros para lograr mejor aislamiento acústico.Materiales resonantes, que presentan la máxima absorción a una frecuencia determinada: la propia frecuencia del material.
Materiales porosos, que absorben más sonido a medida de que aumenta la frecuencia. Es decir, absorben con mayor eficacia las altas frecuencias (los agudos). Cuanto más poroso es el material, mayor es la absorción. Los materiales porosos más comunes son las lanas minerales (de roca y de vidrio).
Absorbentes en forma de panel o membrana: absorben con mayor eficacia las bajas frecuencias (los graves), que las altas.
Absorbente Helmholtz: es un tipo de absorbente creado artificialmente que elimina un determinado margen de frecuencias.
PELIGRO: Ruidos por impacto: son aquellos que se transmiten a través de los golpes con movimientos bruscos y vibraciones en los edificios. Este es uno de los sonidos más complicados de evitar, aunque se pude eliminar el propio ruido hasta desaparecer, colocando aislamiento acústico. Ruidos aéreos: transmitidos desde el aire mediante las ondas sonoras que llegan diariamente, siendo el más sencillo de resolver con la insonorización, según los expertos instalando materiales especiales en ventanas, paredes y puertas.
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